martes, 6 de septiembre de 2016

Reseña: La melancolía de los feos - Mario Mendoza

Nombre: La melancolía de los feos
Autor: Mario Mendoza
Editorial: Planeta
Año: 2016
Páginas: 241
Traducción: --
Sinopsis: León Soler es un psiquiatra soltero y sin hijos que se acerca a los 40 años y sigue atrapado en una rutina carente de brillo. Vive obsesionado con esa profesión, hasta que una mañana recibe una extraña carta en su consultorio. Va sin remitente y tiene el dibujo de un murciélago que sostiene un letrero con el mismo término que usó el artista Durero en su famoso grabado: La melancolía.
El contenido de esa y futuras correspondencias sacudirán a Soler, lo llevarán al pasado de su niñez y lo moverán emocionalmente en el presente para tratar de encontrar a su viejo amigo, Alfonso Rivas, un hombre deforme, enano y jorobado que le ha devuelto, sin saberlo, el favor más grande: salvarlo del extravío como solo un navegante es capaz de encontrarse a sí mismo mientras sortea la furia de los océanos.

No avanzamos, es una ilusión. Las masacres con la bomba atómica y los campos de concentración nazis nos dejaron en claro que la razón moderna había fracasado en sus ideales de igualdad, justicia, equidad. Detrás del hombre racional, en las bases más primitivas del cerebro, se esconde una bestia con los colmillos bien afilados, una bestia ansiosa de poder y de control. La inteligencia no es inocente: busca cómo dominar al otro, como someterlo y explotarlo.
Desde hace años, el nombre de Mario Mendoza me ronda la mente sin darme un descanso, siempre llamándome y pidiéndome que lea uno de sus tantos libros. La cosa era que, aun si quería leerlo, yo no tenía ni la más remota idea de porqué libro suyo debería empezar; ya saben, si se empieza con el equivocado, no importa si es un excelente escritor, uno nunca se quita de encima la sensación de haber leído basura. Sí había algo que sabía y tenía completamente claro era que Mario no me decepcionaría con sus textos, y aún así, no era capaz de escoger uno de sus libros por puro y físico miedo. Sin embargo, cuando llega el momento, llega, y después de años estar queriendo leer algo suyo, al fin pude hacerlo.

El momento llegó sin yo estar buscándolo siquiera. Era la feria del libro de Bogotá, FILBo 2016, un viernes por la tarde, con el cielo gris y una que otra gota de agua pintando el suelo, a eso de las 4 de la tarde, cuando entré al Stand de Planeta buscando algún libro que me gustara. Caminé por cada arrume de libros, cada promoción y ayudante, leí varias reseñas, pensé en varias opciones, pero aún nada me mataba. Justo en la mitad, estaba un arrume rojo, libros pasta dura con cubierta especial rodeados de un montón de propaganda. Así es, allí estaba Mario Mendoza llamándome de nuevo. Agarré uno de los libros entre mis manos y leí la sinopsis, aún sabiendo que no lo compraría sin antes averiguar si era o no el adecuado para comenzar. Me gustó lo que leí, y aún así, lo dejé donde lo encontré. Estaba por irme cuando una de las  asesoras del grupo Planeta se me acercó medio emocionada, medio afanada, por poco no me habla, pero cuando se dio cuenta de que si le prestaría atención, dejó que el afán fuera quien se expresara: "Hola, mira, no se si te interese, pero Mario Mendoza es nuestro autor más importante en este momento, él tiene firma de libro aquí mañana, pero vino hoy a conocer el stand, así que si quieres, puedes comprar el libro y yo le digo que te lo firme ya mismo, sin filas ni nada, ¿qué dices?" ¿Y yo qué podía decir? Me puse a temblar de la emoción y todo. La verdad es que ella misma me dio el libro, me empujó hacia la caja y yo, como buena mujer obediente que soy, saqué mi tarjeta y pagué. No fue sino hasta que estaba firmando el váucher que me di cuenta que en ningún momento dije que si.

Como sea, no me arrepiento para nada porque inmediatamente después de comprar el libro, ella cumplió su promesa y le dijo a Mario que si me podía firmar el libro. Él se había puesto a charlar con unas personas, por lo tanto tuve que esperar un poco, aunque nada grave. Cuando me vio esperándolo, se disculpó conmigo, me preguntó qué y dónde estudiaba mientras firmaba el libro. Luego de tener mi corazón medio desbocado y mis manos hechas unas maracas, Mario pasó su brazo por mi espalda y posó conmigo para una foto (bueno, varias) que tomó mi mamá; estaba tan nerviosa y emocionada de la grandiosa pero inverosímil casualidad, que olvidé decirle a Mario que si podía tomarse una foto con mi mamá. ¡Soy una estúpida!

Y eso fue todo, desde ese instante amo a ese señor, a ese escritor Colombiano que tan bien escribe, que logró sorprenderme gratamente, a ese escritor de mi tierra que llevaba llamándome un montón de tiempo, a ese que tanto quise leer siempre, a esa sencillez de hombre, a ese increíble autor.

El libro en general: Hermoso. Su presentación pasta dura, edición especial es perfecta, hermosa, y esos toques holográficos le dan ese toque mágico que te pica y te llena aún más, cuando levantas la cubierta plástica y te das cuenta que, de cierta manera, vienen dos portadas en una. Si se piensa de una manera especial, podemos decir que ese detalle de la portada completa el mensaje que deja el libro. ¡Me encanta!

Intentaré hacer lo posible, no alargarme tanto y ser muy puntual, ¡de verdad! La cosa es que resulta y sucede, mi cerebro nunca jamás ha comprendido lo que poco, corto y demás sinónimos significan, el solo quiere escribir y escribir y ser leído (si no, lean arriba, solo conté como lo compré, aún no entro a mi opinión del libro) y fin jaja. Pero haré lo posible, de verdad.

La historia te sumerge en una Bogotá de la época de nuestros papás, aquella en la que los niños jugaban en parques y leían comics, iban a la panadería por una gaseosa y luego montaban en bicicleta. Esa época tan maravillosa que tanto hace falta ahora. Nos cuenta dos historias: la del protagonista, León Soler, y la de su amigo, Alfonso Rivas. El libro inicia con León y su mundo gris y sin sabor, contando su diario en el hospital donde trabaja sin ningún ánimo o motivación, hasta que, un día, una enfermera le dice que le ha llegado una carta. León es un tipo solitario, sin ningún tipo de emoción en su vida o algo que le importe, solo anda esperando el día que llegué su partida definitiva, por eso no se explica quién pudo escribirle una carta. Pero entonces la abre, y la trama de este libro comienza a desarrollarse.

La carta es anónima, no hay remitente ni dirección solo un extraño símbolo en el sello que luego entenderá. Cuando León abre la carta nunca se imaginó que hablaría sobre él y su niñez cerca a la calle 45, nunca imaginó que esas hojas repletas de párrafos perfectamente escritos y redactados bullirían en él hasta el punto de hacerle revivir cosas qué él mismo había bloqueado en su mente, hasta ese día, donde se dio cuenta que llevaba 40 años vivo y nunca se había sentido como tal.

El libro consta de 3 capítulos generales, 3 cartas que llegan a manos de León, 3 cartas diferentes que lo hacen despertar y querer encontrar a ese amigo jorobado y de  buen corazón que siempre veía sentado en la puerta de su casa observando a la gente pasar del que sin razón alguna se había olvidado, incluso si eso lo lleva a investigar a fondo su vida, a recorrer lugares que le menciona la carta, a conocer personas, ¡a vivir por primera vez! Tal vez se les haga un poco pesado la forma en que está distribuido el libro para aquellos que leen antes de dormir y no les gusta dejar a medias un capítulo antes de acostarse, ya que las cartas son muy largas, sin embargo, no es una lectura difícil,  al contrario, te atrapa de inmediato, haciendo que incluso el sueño más pesado, pueda esperar.

No puedo decir mucho más sin revelar información preciada en su lectura, sin embargo, sí les puedo decir que este libro tiene una extensa investigación, una que va desde los cómics, hasta los problemas mentales, desde la prostitución hasta el mar y los barcos. Sinceramente, no sé cómo, pero Mario acopla toda esta información como si fueran temas de cultura general, o vivencias propias; a pesar de ser tan densa, pasa por normal y cotidiana y, a pesar de que es tanto tema que muchos desconocemos, no es necesario investigar por aparte para entender el libro. De verdad este libro es una joya de principio a fin, tienen que leerlo si o sí, no se arrepentirán.

En conclusión: No pude empezar con un mejor libro que este para leer a Mario, su prosa es sencilla, deja sentimientos hogareños e incluso personales, la investigación que hay en todo el libro te asombra, y la manera en que la maneja, también. Al no haber leído otro de sus libros, no puedo decir a ciencia cierta si es de sus mejores o peores libros, lo cierto es que a mi me ha encantado y sin duda alguna se lleva 5/5 hoshi. Espero leer pronto otro de sus libros.

¡Lo logre! No me extendí demasiado. Disculpen por perderme tanto (aunque se que nadie lee esto jaja) he estado muy ocupada. Prometo ir adelantando todas las reseñas que tengo pendientes.

5/5 Hoshi

con cariño,





9 comentarios :

  1. LOS PERSONAJES CUALES SON ? TANTO PRINCIPAL COMO SECUNDARIO

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    1. https://www.mindomo.com/es/mindmap/la-melancolia-de-los-feos-d3b2e4f3aaa1463f8391160a5ca84e9a


      Aqui los puedes encontrar

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  2. hola me gusto mucho este articullo te queria preguntar si quieres escrbir para mi empresa el tiempo

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  3. Hola Ana María, acabo de terminar de leer La melancolía de los feos y pienso exactamente como tú cuando lo leíste. Es magnífico! Y también es el primer libro de Mendoza que leo, aunque, al igual que tú, llevaba muchos años deseando leerlo jaja. Así que me gustó muchísimo tu comentario, te imaginé perfectamente en la situación que describiste en Filbo, comprándolo casi que por designio divino, y tomándote fotos con su autor! Maravilloso. Escribes muy bie, y sí, hay quién te lee, ya ves :)

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    1. Mil años después vengo a responder, pero aquí estoy! Gracias por pasarte a leer mi reseña, me alegra muchísimo que te gustara. Leer a Mario siempre será un gusto; lo recomiendo cada que puedo.

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  4. Ayer terminé de leer este libro y me pareció algo muy bello: la reflexión que promueve junto con la autenticidad de la historia y del personaje de Alfonso lo hacen muy disfrutable.
    Me gustó mucho tu reseña, casi ninguna reseña te cuenta la experiencia detrás, la foto con el autor, la firma, eso le añade un toque de sentimiento. No sé si sigues haciendo reseñas, pero si lo haces me gustaría leer más de tus reseñas. Gracias por compartir esta bella reseña

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    1. ¡Hola! Que lindo comentario. Yo estaba tan perdida por este mundo, pero ahora vuelvo y me encuentro con este comentario y tantísimos más, y me siento infinitamente agradecida. Muchísimas gracias por pasarte a leer mi reseña; no sabes cuánto me alegra que te gustara.
      No seguía haciendo, pero, ahora mismo estoy retomándolas, así que, espero seguir viéndote por aquí o en cualquier otra de mis redes sociales <3
      ¡Gracias infinitas por leerme, por resistir!

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